La gallina y la serpiente: adaptación de la fábula de Esopo
Una gallina había puesto sus huevos en un lugar apartado y los estaba incubando pacientemente. Mientras se ocupaba de sus futuros polluelos, una serpiente se acercó sigilosamente con la intención de devorar los huevos.
Al ver a la serpiente, la gallina le suplicó:
— Por favor, no me quites a mis polluelos. Solo soy una madre que quiere cuidar a sus hijos.
Pero la serpiente, cruel y despiadada, respondió:
— No me importan tus súplicas. Lo que quiero son tus huevos, y los tomaré sin piedad.
Y así, la serpiente devoró los huevos, mientras la gallina no pudo hacer nada para salvar a sus crías.
Moraleja de la fábula La gallina y la serpiente
No esperes piedad de aquellos que solo buscan su propio beneficio.