Un cazador y un perro: adaptación de la fábula de Fedro
Un cazador salió con su perro en busca de caza, pero el perro no corría con la misma agilidad de siempre, pues ya estaba viejo y débil. Durante la jornada, el perro que había agarrado a un jabalí por la oreja, comenzó a flaquear y soltó a la presa. El cazador, enfadado, comenzó a reprenderlo duramente. El perro, con tristeza, le respondió:
—Amo, mi voluntad sigue siendo la misma, pero mis fuerzas ya no son las de antes. No me reproches por lo que ya no soy y alaba lo que fui.
Moraleja de la fábula Un cazador y un perro
Es injusto reprochar a alguien por no rendir como antes cuando el paso del tiempo ha disminuido sus fuerzas, aunque su lealtad siga siendo la misma.