El zorro y la cabra: adaptación de la fábula de Esopo
Un zorro, buscando agua, cayó accidentalmente en un pozo profundo del que no podía salir. Mientras pensaba cómo escapar, pasó por allí una cabra sedienta, que al ver al zorro en el pozo le preguntó si el agua era buena.
El astuto zorro, dándose cuenta de la oportunidad, respondió con entusiasmo:
— ¡Oh, es deliciosa! Baja y bébela, aquí hay agua en abundancia.
Sin pensarlo dos veces, la cabra saltó al pozo para saciar su sed. Cuando terminó de beber, la cabra preguntó cómo saldrían de allí. Entonces, el zorro le dijo:
— Tengo un plan. Si pones tus patas delanteras contra la pared y alzas bien los cuernos, yo subiré por tu espalda y saltaré fuera del pozo. Después, te ayudaré a salir.
La cabra, confiando en el zorro, hizo lo que le pidió. El zorro trepó por la espalda de la cabra y salió del pozo, pero en lugar de ayudar a la cabra, se marchó, dejando a la cabra atrapada.
Al ver la traición, la cabra le gritó al zorro, y éste respondió:
— Si tuvieras tanto juicio como pelos en la barba, habrías pensado antes cómo ibas a salir del pozo antes de entrar en él.
Moraleja de la fábula El zorro y la cabra
No hagas nada sin pensar en las consecuencias; la prudencia es esencial antes de actuar.