Zeus y la serpiente: adaptación de la fábula de Esopo
En la antigüedad, cuando todos los animales ofrecían regalos a Zeus para celebrar su matrimonio, cada uno le llevaba el mejor presente que podía ofrecer. Las aves trajeron plumas brillantes, los animales terrestres le obsequiaron sus mejores frutos, y las criaturas marinas ofrecieron sus más preciados tesoros del océano.
Sin embargo, la serpiente, astuta como siempre, también quiso llevar un regalo. Tomó una flor perfumada y, con la intención de ganarse el favor de Zeus, la llevó a la ceremonia, sosteniéndola en la boca.
Pero cuando la serpiente se acercó, Zeus, al verla, retrocedió y le dijo con severidad:
—Acepto los regalos de todos los demás, pero nunca recibiré nada de ti, que sólo conoces el engaño y el veneno, incluso cuando traes algo hermoso.
Moraleja de la fábula Zeus y la serpiente
Las malas intenciones o el mal carácter de una persona no se pueden ocultar con gestos o regalos.