El sol y las ranas: adaptación de la fábula de Esopo
Un día, el sol anunció que iba a casarse. Las ranas, al escuchar la noticia, empezaron a quejarse ruidosamente. Intrigado, el sol les preguntó por qué estaban tan descontentas.
Una de las ranas respondió:
— Nos preocupamos porque ahora apenas soportamos el calor que nos das tú solo. Si te casas y tienes hijos, el calor se hará insoportable y secará todas las charcas, dejándonos sin hogar y sin vida.
Moraleja de la fábula El sol y las ranas
Las decisiones de los poderosos pueden tener consecuencias graves para los más débiles, y estos, a menudo, no tienen manera de protegerse.