El león viejo y la zorra: adaptación de la fábula de Esopo
Había una vez un león muy viejo que ya no podía cazar. Como tenía mucha hambre, pensó en una idea para que los otros animales vinieran a él. Entonces, se tumbó en la entrada de una cueva fingiendo estar enfermo y así los animales se acercaban. Los convencía para que entraran a la cueva a acompañarle en sus últimos momentos.
Uno a uno, los animales fueron entrando en su cueva, pero al entrar el león los atrapaba y se los comía.
Un día, la zorra pasó cerca de la cueva y al ver a león tumbado le preguntó:
—Zorra, ¿por qué no entras conmigo? Estoy muy enfermo.
La zorra, que era muy lista, respondió:
—Lo siento león, he visto muchas huellas que entran, ¡pero ninguna que salga! Así que creo que me quedaré afuera.
Y así, la zorra se salvó del engaño del león.
Moraleja de la fábula El león viejo y la zorra
Solo la prudencia es capaz de detectar a tiempo una mentira y librarnos de un destino fatal.