El pato y la serpiente: adaptación de la fábula de Tomás de Iriarte
Un día, a orillas de un estanque, un pato estaba muy contento y orgulloso de sí mismo. Mirando alrededor, comenzó a decir en voz alta:
—¿Qué otro animal tiene tantos talentos como yo? ¡Puedo caminar, nadar y volar! Si me canso de andar, puedo volar por el cielo o nadar en el agua.
Una serpiente que lo escuchaba se acercó sigilosamente y, con una sonrisa astuta, le dijo al pato: —Oye, amigo pato, no te creas tan especial. Es cierto que puedes hacer muchas cosas, pero ni caminas tan rápido como el ciervo, ni vuelas tan alto como el halcón, ni nadas tan bien como el pez.
El pato se quedó callado, pensando en lo que había dicho la serpiente, y se dio cuenta de que quizás ella tenía razón.
Moraleja de la fábula El pato y la serpiente
No es importante hacer muchas cosas a la vez; lo mejor es concentrarse en hacer muy bien aquello que más te gusta.