El asno y la lira: adaptación de la fábula de Fedro
Un asno que paseaba por el campo encontró, entre unas viejas pertenencias abandonadas, una lira que alguien había dejado. Curioso, el asno empezó a inspeccionarla y, al golpear accidentalmente las cuerdas, se sorprendió al escuchar el sonido armonioso que produjo el instrumento.
«¡Qué hermoso sonido!» —exclamó el asno—. «Si supiera cómo tocar, podría hacer música tan buena como la de los hombres.»
Pero tras un momento, el asno suspiró y dijo: «¡Bah! ¿Para qué quiero yo una lira si no soy músico ni tengo habilidad alguna?»
Y así, continuó su camino, dejando la lira tirada en el suelo.
Moraleja de la fábula El asno y la lira
Las oportunidades solo benefician a quienes están preparados para aprovecharlas.