Las aves, las bestias y el murciélago: adaptación de la fábula de Esopo
Hubo una vez una gran disputa entre las aves y las bestias, y ambas partes decidieron enfrentarse en una batalla. Cuando las aves invitaban al murciélago a unirse a ellas, él se excusaba diciendo:
— No puedo unirme a ustedes porque soy una bestia.
Pero cuando las bestias lo llamaban a pelear a su lado, el murciélago respondía:
— No puedo ir con ustedes porque soy un ave.
Así, el murciélago evitaba comprometerse con ningún lado, esperando que se resolviera el conflicto. Finalmente, las aves y las bestias hicieron las paces, y cuando el murciélago intentó acercarse a ambas, fue rechazado por unos y otros.
Las aves y las bestias, recordando su falta de lealtad y su comportamiento traicionero, lo expulsaron, negándole pertenecer a cualquiera de sus grupos.
Moraleja de la fábula Las aves, las bestias y el murciélago
Quien no es leal en los momentos difíciles y cambia de lado según su conveniencia, terminará siendo rechazado por todos.