La perra de parto: adaptación de la fábula de Fedro
Una perra preñada buscaba un lugar seguro para dar a luz y pidió a otra perra que le prestara su cueva por unos días. La segunda perra aceptó y le cedió el lugar.
Al poco tiempo, la primera perra dio a luz a sus cachorros y, cuando la otra perra le pidió que desocupara la cueva, ésta respondió:
—Necesito esperar a que mis cachorros crezcan un poco y sean fuertes para moverse.
Pasaron los días, y cuando la dueña de la cueva volvió a pedirle que se marchara, la perra intrusa, ya con sus cachorros crecidos, se negó a salir.
Con voz amenazante le dijo: —Si te atreves conmigo y con los míos, me sacarás de la cueva.
Moraleja de la fábula La perra de parto
No permitas que otros abusen de tu generosidad, pues podrían aprovecharse y no devolver lo que has prestado.