La hiena y la zorra: adaptación de la fábula de Esopo
Una hiena se quejaba ante una zorra de no querer ser su amiga. Según decían, tenía el extraño hábito de cambiar de sexo cada año, pasando de macho a hembra y de hembra a macho.
La zorra, astuta y con gran sentido de la ironía, le respondió:
—No me culpes a mí, sino a tu naturaleza. Nunca sé si tengo frente a mí a una amiga o a un amigo, y eso me hace desconfiar.
Moraleja de la fábula La hiena y la zorra
La ambigüedad constante impide ganar la confianza de los demás, pues nadie sabe con certeza quién tiene realmente a su lado.