El niño y los dulces: adaptación de la fábula de Esopo
Un niño metió la mano en un frasco lleno de dulces y tomó un gran puñado, tanto que su mano quedó atrapada y no podía sacarla. Aunque tiraba y tiraba, no lograba liberar su mano sin soltar algunos dulces.
Al final, frustrado, comenzó a llorar. Al verlo, su madre le dijo:
—Suelta algunos dulces, hijo, y podrás sacar la mano con facilidad. No debes quererlo todo de una vez.
El niño hizo caso, soltó parte de los dulces y pudo sacar la mano del frasco sin problema.
Moraleja de la fábula El niño y los dulces
La ambición desmedida puede llevar a la pérdida de todo. A veces, es mejor conformarse con menos para evitar problemas.