El Viento del Norte y el Sol: adaptación de la fábula de Esopo
Un día, el Viento del Norte y el Sol comenzaron a discutir sobre quién era más fuerte. Mientras discutían, vieron a un viajero que caminaba por un camino, envuelto en su capa.
—Voy a demostrarte que soy el más fuerte —dijo el Viento del Norte—. Haré que ese hombre se quite la capa en un instante.
Entonces, el Viento del Norte sopló con todas sus fuerzas. Pero cuanto más fuerte soplaba, más el viajero se envolvía en su capa, sujetándola con firmeza para protegerse del frío viento. El Viento del Norte, frustrado, sopló aún más fuerte, pero no logró que el hombre se quitara la capa.
Entonces, fue el turno del Sol.
—Ahora es mi turno —dijo el Sol, sonriendo.
El Sol comenzó a brillar suavemente sobre el viajero. Poco a poco, la calidez del sol hizo que el hombre se sintiera más cómodo. Pronto, el calor fue tan agradable que el viajero decidió quitarse la capa por su propia voluntad.
El Sol, sin necesidad de esforzarse, había demostrado que la suavidad y la calidez podían ser más efectivas que la fuerza bruta.
Moraleja de la fábula El Viento del Norte y el Sol
La persuasión amable y la suavidad son más efectivas que la fuerza y la violencia.