El perro fiel: adaptación de la fábula de Fedro
Un ladrón, intentando entrar en una casa de noche, arrojó un pedazo de pan al perro guardián, con la esperanza de distraerlo y silenciar sus ladridos. Pero el perro, astuto, le respondió:
—¿Crees que con este pan vas a taparme la boca y que dejaré de proteger la casa de mi amo? Y continuó diciendo:
— Te equivocas; este repentino regalo solo me hace estar más alerta para evitar que, por mi descuido, logres tu propósito.
Moraleja de la fábula El perro fiel
No te dejes engañar por regalos si sabes que alguien quiere hacer algo malo; siempre hay que proteger lo que es importante.