El parto de los montes: adaptación de la fábula de Esopo
Un día, se extendió el rumor de que los grandes montes estaban a punto de dar a luz. Se oían estruendos desde sus entrañas, y las personas miraban con asombro y miedo, esperando ver qué prodigiosa criatura saldría de ellos. Los montes rugían y temblaban, y todos aguardaban expectantes, creyendo que algo colosal iba a suceder.
Después de tanto ruido y conmoción, finalmente, los montes dieron a luz… a un pequeño ratón.
Moraleja de la fábula El parto de los montes
Las grandes promesas o expectativas a menudo resultan en decepciones insignificantes. El ruido y el alboroto no siempre conducen a resultados importantes.