Un calvo y una mosca: adaptación de la fábula de Fedro
Un hombre calvo estaba sentado al sol cuando una mosca se posó en su cabeza y lo picó. El hombre, molesto, intentó aplastarla con un fuerte golpe, pero en lugar de golpear a la mosca, se golpeó a sí mismo. La mosca, burlona, le dijo:
—¿Por qué te enojas tanto por un simple picotazo? Sólo intentaba picarte suavemente.
A lo que el hombre calvo respondió: —¡Claro! Y yo solo intentaba matarte.
Moraleja de la fábula Un calvo y una mosca
Es mejor perdonar a quien comete un error sin querer, que a quien lo hace a propósito, aunque ambos merecen alguna consecuencia.