La zorra y las uvas: adaptación de la fábula de Esopo
Un día, una zorra hambrienta caminaba por el campo en busca de algo que comer. De repente, vio un hermoso racimo de uvas maduras colgando de una alta parra. Las uvas se veían deliciosas, llenas de jugo, y la zorra pensó que serían perfectas para saciar su hambre.
Decidida a comérselas, la zorra saltó con todas sus fuerzas, pero no pudo alcanzarlas. Lo intentó una y otra vez, saltando cada vez más alto, pero el racimo estaba fuera de su alcance.
Después de muchos intentos fallidos, la zorra, cansada y frustrada, se dio cuenta de que no podría alcanzarlas. Para consolarse, se alejó diciendo:
—Bah, esas uvas seguramente están verdes y agrias. No valen la pena.
Y así, la zorra se fue fingiendo que no le importaban.
Moraleja de la fábula La zorra y las uvas
Es fácil despreciar lo que no podemos alcanzar. Muchas veces, cuando no logramos algo, lo menospreciamos para evitar sentirnos frustrados o derrotados.