El cazador y el perro: adaptación de la fábula de Esopo
Un día, un cazador salió al bosque con su fiel perro, como en tantas ocasiones. Después de un rato, lograron encontrar a una liebre y el cazador pidió a su perro que la persiguiera para atraparla.
El perro comenzó a correr, pero al acercarse no pudo sujetarla y la liebre se escapó. Cuando volvió con el cazador sin haber atrapado a su presa, el hombre le dijo con tristeza:
— ¿Por qué no la atrapaste? Antes eras muy valiente y cumplías con tu tarea.
El perro le respondió:
— Mi lealtad hacia ti sigue siendo la misma, pero ya soy viejo, y mis fuerzas no son como antes. Aunque quiero ayudarte, ya no tengo la energía de mis años jóvenes.
Moraleja de la fábula El cazador y el perro
Respeta y valora a los ancianos pues, aunque sus fuerzas disminuyan, su lealtad sigue siendo la misma.