El asno y el caballo: adaptación de la fábula de Esopo
Había una vez un asno y un caballo que viajaban juntos por un camino. El asno llevaba una carga muy pesada, mientras que el caballo no tenía que cargar nada.
El pobre asno, cansado y agotado, le pidió al caballo:
—Por favor, amigo caballo, ¿podrías ayudarme llevando parte de mi carga? Es demasiado pesada para mí, y me siento muy débil.
El caballo, orgulloso y sin querer ayudar, respondió:
—Cada uno debe llevar lo que le corresponde. No es mi problema que tu carga sea pesada.
El asno, obligado a seguir adelante, caminó un poco más, pero pronto se derrumbó por el cansancio y la carga tan pesada. Tristemente, el asno murió en el camino.
El dueño del asno, al ver lo sucedido, decidió cargar todas las cosas que llevaba el asno sobre el caballo. Además, puso el cuerpo del asno sobre su lomo.
El caballo, que ahora tenía que cargar no solo con las cosas, sino también con el asno, dijo para sí mismo:
—¡Qué tonto fui! Si hubiera ayudado al asno cuando me lo pidió, ahora llevaría mucho menos peso.
Moraleja de la fábula El asno y el caballo
Ayudar a los demás cuando lo necesitan puede evitarte problemas más adelante.